Si bien es cierto que ha sido un año difícil, también es verdad que ya no eres el mismo de antes. Conociste a aquel que le ha nacido a la humanidad para regalarles libertad. Tal vez te has encontrado bajo pruebas y tu fe se ha nublado, pero eso no es razón suficiente para seguir con esa apatía ante la vida. Hay gente alrededor tuyo que anhela ese gran regalo que un día recibiste, hay personas desesperanzadas anhelando escuchar acerca de la salvación.
Es tiempo de renovarte, es tiempo de volver a creer y encender la llama esta Navidad. No mires lo que no tienes, solo mira dónde ya no estás, esa es hoy tu realidad. Tal vez no tengas dinero para comprar costosos regalos pero hoy tienes un corazón que puede dar amor. Tal vez no tengas ese empleo por el cual tanto luchaste pero por la gracia de Dios hoy has sido restaurado para glorificarle a él con tus dones y talentos. Tal vez tu salud no ha sido totalmente reestablecida pero tu hombre interior es fuerte cómo un roble.